El tema “los modos de
ver” tiene su origen en los años 70. Este tema nos habla de lo visible, que no
es más que un conjunto de imágenes. La realidad visible que percibimos por los
sentidos. La vista nos llega antes que las palabras. Los niños miran y ven
antes de hablar. Sin embargo el conocimiento no lo tenemos solo de aquello que
vemos, de hecho muchas veces lo que sabemos afecta a nuestra forma de ver las
cosas.
Con los avances
tecnológicos como la televisión, el cine, la fotografía o una obra de arte,
podemos ver un cambio, desde imágenes muy pequeñas hasta imágenes realizadas
con mucha anterioridad.
Esto ha hecho que se facilite la reproducción del arte y convertir su
autenticidad y su valor, en un verdadero valor.
Gracias
a la cámara, podemos hacer una imagen desde distintas posiciones y la
incorporación de la imagen temporal. Esto ha hecho que la obra original pierda
valor en su mensaje y en su valor artístico, pero ha contribuido en su valor
original.
Este artículo hace
hincapié en la observación de una obra de arte, en la que se produce cuando la
mirada de una persona se detiene ante una obra y esta atrae a la persona,
provocando al espectador que es lo que le transmite cuando la mira. La
perspectiva nos hace ver el mundo desde un punto de vista concreto.
Una obra de arte se observa en función de cómo
nosotros hayamos experimentado.
Berger también nos invita a introducirnos en el mundo
del arte, consumiendo el arte sin prejuicios.
Los escultectos margivagantes son aquellos artistas que crean arquitecturas
a modo de esculturas pero de una forma marginal en el mundo del arte y siendo
presentado con un alto grado de extravagancia. Los autores suelen ser personas
solitarias o con poca formación. Estos suelen tener tiempo libre y un lugar
donde desarrollar las obras. No tienen un estilo artístico concreto y suelen
ser ajenos a la historia del arte. En sus obras encontramos un trasfondo
cultural común y una base creativa. Estos escultores suelen realizar sus obras
con material reciclado. 

El arte marginal es producido por artistas que están fuera de círculos
oficiales de educación, difusión y valoración del arte, es decir, es el arte
producido de forma opuesta al arte producido en relación con la social actual y
sus valores. Las creaciones marginales tienen una evolución en su valoración
teniendo cada vez mayor integración en la sociedad. Este arte refleja los
sentimientos y emociones de su autor. El Art Brut cree en la idea de aire puro
y no contaminado por los convencionalismos sociales y estéticos, alejándose de
la influencia de la cultura, pretendiendo que su obra sea entendida y valorada
dentro del contexto general.
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